Sofka, en la era del agilismo

Equipo Sofka
23 noviembre, 2020
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El enfoque ágil nos permite trabajar en conjunto con el cliente para desarrollar soluciones que funcionan, generan valor y mejoran continuamente.

En temas tecnológicos, el siglo XXI vino con un enfoque nuevo para el desarrollo del software: el agilismo. Junto con el posicionamiento de nuevas maneras de entregar tecnología a los negocios, como la nube, la automatización o la comunicación con los consumidores, también llegó una manera diferente de desarrollar aplicaciones.

Desde 2001 los enfoques ágiles para desarrollar software sustituyeron a los antiguos métodos secuenciales, basados en fases largas y sucesivas, que tardaban hasta años para convertirse en soluciones vivas y útiles. El agilismo hoy es un estándar en la industria y Sofka está comprometido ciento por ciento con este enfoque. Es nuestra manera de trabajar con nuestros clientes en pro de brindar soluciones de calidad, confiables y con tiempos adecuados.

“El agilísimo, por su dinámica iterativa e incremental, nos permite poner en producción piezas de software en la medida que las implementamos, ojalá en no más de dos meses, aunque a veces necesitamos apenas una o dos semanas”, explica Juan Vasco, líder de calidad en Sofka.

Desde que se hiciera público el ya famoso Manifiesto Ágil (https://agilemanifesto.org/), en 2001. Los desarrolladores de software empezaron a poner en primer lugar a los individuos sobre los procesos y las herramientas; al software funcionando por encima de la documentación exhaustiva y tediosa; a la colaboración entre desarrolladores y clientes por encima de los contratos y las negociaciones; y – en especial – a la capacidad de cambio por encima de los planes rígidos.

El agilismo trajo nuevos ingredientes y retos en el desarrollo de software

Entre ellos la capacidad de desarrollar y probar de forma paralela, para lograr incrementos funcionales con un alto nivel de calidad en tiempos muy cortos.

Lo que implicó involucrar al tester desde el inicio de los proyectos y como un miembro del equipo de desarrollo que interactúa constantemente, con el objetivo de cooperar para lograr la mejor solución posible para el cliente.

Otro reto derivado de la dinámica de desarrollo iterativa e incremental es la necesidad de hacer pruebas más repetibles y eficientes. Que permitan asegurar de forma proactiva que en la medida en que se incrementa la funcionalidad no se impactan otras partes estables de las aplicaciones, donde la solución son las pruebas automáticas y continuas; un enfoque más conocido como Continuous Testing.

Las soluciones hoy se entregan en tiempos increíblemente breves, son flexibles y aceptan el cambio; y la medida del éxito de los proyectos se basa en que el software funcione y resuelva necesidades y problemas. El agilismo es un ambiente de trabajo innovador, basado en diálogo, equipos y trabajo colaborativo. Y es un componente de la transformación digital que ocurre en la economía y en las organizaciones en todo el mundo.

Un número cada vez mayor de industrias (la banca, las telecomunicaciones y la industria del software, para mencionar algunos ejemplos) se suman al agilismo. ¿Porqué? todo esto debido a que las prácticas ágiles impactan positivamente el desarrollo de los negocios y mejoran sensiblemente la satisfacción de los clientes.

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